Aunque ya lleva algún tiempo en el mercado escandinavo y europeo, es probable que todavía no lo conozcas. El revolucionario diseño de este «casco invisible» hace que no sea muy asequible y, por ende, no muy popular, pero puede que tenga un gran futuro por delante, o no. Hövding, la empresa sueca que ideó el innovador proyecto, fue fundada por dos estudiantes: Anna Haupt y Terese Alsti.
A simple vista, una idea majestuosa con la cual podría abrirse camino en el mercado, en la región ideal, donde la gente no le teme ni siquiera a las inclemencias climáticas cuando de transportarse en bicicleta se trata. Considerando los grandes beneficios que pueda traer consigo evitar el molesto e incómodo uso de un casco tradicional y garantizando la misma o mejor protección ante un inesperado accidente, quizás en eso pensaban sus creadoras.
¿Cómo funciona?
Como podemos apreciar en las imágenes, se trata de un collar que podría pasar como bufanda, muy discreto y visible, que el ciclista debe usar cada vez que monta en bicicleta. Cuenta con un dispositivo capaz de detectar un movimiento brusco, como lo es una caída o colisión, que activa la explosión de un airbag que en 0,1 segundos infla lo que puede parecer una capucha, encargada de proteger la cabeza del ciclista del posible impacto.
Fabricado con tela de nylon ultra fuerte que resiste el impacto contra el suelo, cubre casi la totalidad de la cabeza, dejando solo libre el campo de visión. El airbag se infla con gas procedente de un inflador de gas frío que utiliza helio, situado en la zona del cuello.
Hasta aquí todo iba perfecto. Desde su lanzamiento al mercado en 2011, se fue haciendo lugar hasta conquistar el interés de varios mercados circundantes como Dinamarca, Alemania y Francia, a pesar de su precio de alrededor de unos 300€.
El futuro se hace desear.
Después de todo el éxito en el mercado y los premios recibidos, comenzaron los desaires. Su último modelo, el Hovding 3, recibió muchas críticas; los usuarios manifestaban que el dispositivo se activaba y explotaba con solo estar usándolo. Las redes sociales hicieron su parte mostrando algún video o contando malas experiencias en foros. Y es que daba que pensar, pagar 300 euros por un casco de un solo uso, y que éste funcionara de manera inapropiada, hizo que las quejas no cesaran.
Llegaron las denuncias ante la Agencia Sueca del Consumidor, la cual el 1 de noviembre de 2023 tomó la decisión de congelar las ventas de la empresa y, posteriormente, el 15 de diciembre, retirar del mercado el Hovding 3 y suspender las ventas de manera permanente. Si bien la empresa ganó un recurso en el Tribunal Administrativo el 20 de diciembre del mismo año, que anuló la prohibición de venta y retirada del producto, lo que significaba que el producto todavía podía venderse, la empresa se declaró en bancarrota. Después de 12 años en el mercado, cerró sus ventas definitivamente, alegando que el tiempo que permaneció con la prohibición de ventas afectó de manera irrecuperable a la marca. Así es como el icónico «casco invisible» llegó al final de sus días, aunque es muy probable que en algún tiempo sea revivido por alguna empresa que pueda adquirir las patentes, hasta mientras seguiremos recordando lo innovador que fue y protegiendo los recuerdos con un casco tradicional.